miércoles, abril 05, 2006

La eterna mediocridad del futbol en Tijuana

El eventual descenso de Dorados de Tijuana a la segunda división profesional del futbol mexicano, evidencia una historia que ha caracterizado a esta ciudad, desde que el balompié de paga hizo su aparición, pues salvo la primera campaña en 1989-90 del Inter, siempre hemos navegado en mares de medicridad.
En contraste con otros deportes como el beisbol y el boxeo, que profesionalmente Tijuana encabeza el número de embajadores en la élite mundial, el futbol no da para más y la más reciente muestra la dieron los Dorados el domingo 1 de abril cuando los Panzas Verdes de León vinieron a darles un repaso.
Falta de empresarios serios y la carencia de sensibilidad por parte de las autoridades municipales han dado al traste con el sueño de contar, ya no digamos con un equipo en la primera división nacional, sino en la primera "A" a la que parecía que estabamos condenados, hasta que llegaron los Dorados, a punto de irse a la segunda división.
Sin duda alguna que el síndrome del Inter prevalece en Tijuana, pues por más esfuerzos que se han intenado, no se logra sacudir la maldición de una escuadra mediocre y sin personalidad.
Es cierto que en ocasiones ha habido empresarios serios que han intentado establecerse con un equipo verdaderamente profesional, pero cuando esta situación se ha presentado, no ha habido la serieded de los gobernantes o viceversa.
Antes de los Dorados, el equipo Trotamundos intentó establecerse con la mayor seriedad posible, pero en ese tiempo el alcalde reinante, Jesús González Reyes desoyó el sentir de los directivos del futbol y, por sus preferencias por el beisbol, les dio mayor importancia a estos.
ES cierto que los resultados saltan a la vista, con un equipo de beisbol triunfador, pero en este caso ha sido el tino de los empresarios, que han sabido invertir y administrarse.
En el caso de Dorados, las autoridades han dado todas las facilidades a los empresarios, y vaya que costó al director del Instituto Municipal del Deporte (IMDET) un desgaste político con algunos deportistas, quienes prostaron porque se le diera tanta preferencia al futbol.
Habrá que esperar cual será la suerte de los Dorados, apenas se confirme su descenso a la división inferior, pero hasta este momento, no se ve cómo podría el futbol asentarse en la región, pues no se ha combinado todavía la seriedad de las autoridades y los empresarios.
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