El malestar del Chamo

DIAMANTE NEGRO

Rommel García Beristain

Vaya malestar que tiene el "Chamo" Carlos Hernández contra los directivos de la Liga Mexicana de Beisbol, pues en su consideración tuvieron manga ancha con otros equipos y en cambio, a la escuadra que él dirígia, Toros de Tijuana, le cargaron la mano.

Una frase de Carlos Hernández es harto significativa, "no puedo ser igual a ellos, por eso renuncié como manejador", dijo en referencia a los directivos del circuito veraniego, que con Toros dejó aflorar la mentalidad cangrejera que hace tiempo debería haber desaparecido del deporte mexicano.

A Carlos lo vencieron por cansancio, pues en su primera temporada como timonel, demostró lo que puede hacerse con ganas de trabajar, lamentablemente la Liga Mexicana (¿y el presidente Raúl González?) no les dio el respaldo requerido y ahí están las consecuencias.

Carlos se dio una vuelta esta anoche por el Petco Park, para saludar al que fuera su manejador Bruce Bochy y aunque es un caballero, tuvo que responder con la verdad cada vez que sus conocidos le preguntaban acerca de las razones que tuvo para abandonar el cargo como timomel de los Toros.

Dos cualidades resaltan en la actitud del "Chamo", por una parte su lealtad al empresario tijuanense Alberto Uribe que fue quien lo contrató y por otra ese respaldo para uno de sus jugadores, Armando Ríos, quien castigado (justa o injustamente, es lo de menos), no hubo flexibilidad para levantarle el castigo.

De cualquier forma, la presencia de Carlos en el Petco Park despertó un sinnúmero de comentarios de toda la gente, personas que están metidas en el beisbol y que escucharon pormenores del acontecer de nuestra pelota en México.

Lo que si es cierto es que con el desempeño de Toros bajo el mando de Hernández, Tijuana se convirtió en un plaza que despertó envidias y que ahora todo mundo quisiera tener una franquicia ahí.

Al "Chamo" se le considera toda una institución en San Diego, ya que fue parte de aquel equipo de los Padres que en 1998 llegó a la Serie Mundial y Carlos fue el receptor titular de los lanzamientos de figurones como Kevin Brown, Andy Ashby y Sterling Hitchcock, por sólo mencionar a algunos.

También fue quien le recibió los lanzamientos a Trevor Hoffman, cuando éste registró la mejor temporada de su carrera, con un total de 57 rescates y uno de los artífices para que los votantes emitieran su sufragio en favor de la construcción de lo que ahora es el Petco Park.

Lástima que un ex big leaguer se traiga una mala impresión de la Liga Mexicana, que a estas alturas y a como ha avanzado la tecnología, ya deberían de cambiar las estrategias, y por qué no, seguir las huellas de los innovadores, en este caso los Toros.

Y es que Tijuana, logró en su primera temporada impresionar a todo mundo, pues en el palco del Petco Park no se habla de otra cosa sino de la forma en que los Toros mantuvieron una temporada con un promedio de diez mil aficionados por partido.

Desde mi apreciación, si los directivos de la Liga Mexicana sacan provecho a esta situación, tendrán que reconocer que ya es tiempo de cambiar y crecer en todos los sentidos, para que México sea un país como República Dominicana, que exporta peloteros a manos llenas.

Tijuana ha aportado a por lo menos cinco peloteros de buen nivel a las Grandes Ligas y esto, justo es decirlo, sin que la ciudad tuviera una franquicia profesional, así que ya habremos de imaginar lo que resultará con un equipo en la ciudad.