DIAMANTE NEGRO
Rommel García Beristain
Los 41 mil 60 aficionados que se dieron cita ayer en el Petco Park presenciaron no sólo el beisbol como espectáculo, sino también la participación de un "streaker" que en el descanso entre la sexta y la séptima entrada se metió al terreno de juego.
Por un par de minutos, el "streaker" hizo batallar a los guardias de seguridad, que lo persiguieron por los jardines, hasta que finalmente fue capturado, esposado y obviamente, remitido a los separos policiacos de la ciudad, en donde debió haber pagado los mil dólares de multa estipulados.
La participación del "streaker" dividió opiniones entre los aficionados, pues algunos le aplaudieron y otros le chiflaron, pero lo que si es cierto es que las cámaras de televisión no lo siguieron, pues una de las políticas adoptadas hace algunos años es evitar el fomento de este tgipo de actividades.
La de los "streakers" o exhibicionistas como se les conoce es una actividad que se hace en todo el mundo, y hasta el inglés Mark Roberts ha hecho de este su pasatiempo favorito, pues lo mismo se aparece en el torneo de tenis Roland Garros de Francia, que en un partido de futbol Barcelona-Madrid, en España.
Pero lo que pocos saben, es que esta actividad de los "streakers" apareció por primera vez en un escenario de beisbol el 5 de abril de 1974, en el partido inaugural del en ese entonces conocido como el Cominsky Park de Chicago, cuando jugaban Medias Blancas contra Angelinos de Californmia.
Durante el mes de abril, aun caen algunas nevadas en Chicago, pero eso no importó a una docena de personas, entre hombres y mujeres que se quitaron la ropa en los pasillos del estadio y eventualmente se introjdujeron al terreno de juego.
No solamente fue la primera ocasión en que un "streaker" invadió un escenario deportivo, sino que fue también la primera aparición de varios de manera simultánea, unos doce según versiones oficiales, pero los asistentes al estadio contaron a un mayor número de exhibicionistas.
En los últimos años, en los escenarios deportivos se ha restringido esta práctica y en Estados Unidos, en lo que refiere al beisbol, aquel que lo haga sabe que se expone a pasar unas horas en la cárcel y desembolsar una multa segura de mil dólares.
En el caso de Mark Roberts, sus ingresos al terreno de juegos siempre son desnudo, y lo único que hace es quitarse la gabardina que porta, pues debajo de ella sólo trae puestos los zapatos tenis con lo que corre antes de ser atrapado.
Los Padres perdieron ayer a uno de sus jugadores clave, el receptor boricua Ramón Harnández, quien fue arrollado por Howie Clark cuando este intentaba anotar desde la intermedia en un batazo de Reed Johnson en el octavo episodio.
La lesión de Hernández, de la que al cierre de esta columna no se determinaban las consecuencias, llega un un mal momento, pues los frailes andan urgidos de triunfos, luego de esa racha de seis derrotas que sufrieron recientemenmte.
Cierto que esta es una oportunidad para el sonorense Miguel Ojeda para desmostrar su valía, pero también es cierto que todo mundo lamenta la lesión de Hernández, quien no sólo en el terreno de juego, sino en el club house es una jugador importante.
Los Padres han anotado apenas seis carreras en sus últimos cuatro encuentros, lo que empieza encender los focos rojos, pues la carencia de anotaciones ha sido parte de la mala racha por la que atraviesa la escuadra.
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